JSTI ha tomado un 90% del capital de la compañía española y ha suscrito un compromiso de adquirir el 10% restante en un plazo máximo de cuatro años.
Eptisa es una firma de ingeniería con sesenta años de historia y una plantilla de unos 2.000 empleados. Al cierre de 2015 tenía una cartera de proyectos de unos 182 millones de euros repartidos por 45 países y generaba una facturación de unos 110 millones de euros.
La compañía acomete trabajos de ingeniería y consultoría en un gran abanico de sectores, desde el agua y el medioambiente, hasta la energía, pasando por las infraestructuras de transporte y la edificación.
Eptisa considera que la operación "refuerza su posición a escala internacional" y constituye un "fruto y ejemplo de la excelente colaboración que las economías china y española mantienen desde hace tiempo".
"La unión al grupo JSTI refrenda el carácter global que Eptisa ha defendido siempre", indicó el consejero delegado de la firma, Luis Villarroya, durante el acto en el que se ratificó la transacción, según informó la empresa. "Se trata de una unión prometedora e ilusionante que nos permitirá abordar proyectos de mayor magnitud", añadió.
JSTI, de su lado, enmarca la compra de la firma española en la estrategia de reforzar la expansión de su negocio más allá del mercado local que puso en marcha después de que en 2002 dejara de ser una empresa pública y saliera a cotizar.
En virtud de esta nueva etapa, la compañía china, que actualmente presenta una capitalizacón del unos 1.700 millones de euros, ya compró el pasado mes de junio la empresa estadounidense de servicios medioambientales TestAmérica por 132 millones de dólares (unos 117,8 millones de euros).
CARTERA DE CLIENTES.
En el comunicado en el que anunció la operación, JSTI destaca la cartera de clientes con que cuenta Eptisa, entre los que figuran organismos oficiales como el Banco Mundial, los fondos de desarrollo de la UE, y el Banco de Desarrollo de Asia.
La compra de la ingeniería española por parte del grupo chino tiene lugar en tanto la licitación de proyectos de ingeniería se en el mercado español continúa a la baja, obligando a las empresas del ramo a reforzar su internacionalización.
Asimismo, las patronales del sector vienen además denunciando que la baja con la que se adjudican los pocos concursos de proyectos públicos que se promueven convierten la contratación del sector en una mera subasta, con el consiguiente efecto en las propuestas técnicas de las firmas.