La inversión directa exterior que recibe España aumenta un 13% hasta junio y se orienta hacia el 'ladrillo'

EUROPA PRESS 15/09/2016 12:58

La inversión directa exterior en España aumenta un 13% en el primer semestre del año, lo que contrasta con las caídas de 2014 y 2015, y se orienta hacia las actividades inmobiliarias, según el último número del documento 'Esenciales', elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).

El estudio advierte de que la importancia creciente de la inversión en actividades inmobiliarias "debilita su potencial contribución a la mejora de la productividad".

Tras el perjuicio de la crisis a la confianza de los inversores extranjeros, la recuperación económica iniciada en la segunda mitad de 2013 trajo de vuelta la confianza "con matices".

La salida de la recesión de la economía española a mediados de 2013 ha tenido un "claro efecto positivo" sobre la recuperación de la inversión extranjera, cuyo valor en 2015 es 2,6 veces superior al de los inicios de la crisis en 2008.

En concreto, la inversión en cartera se ha recuperado "con fuerza", sobre todo en deuda de las administraciones públicas, a pesar de que la inversión en deuda pública ha pasado de 52.000 millones de euros en el primer semestre de 2015 a una cifra negativa de 2.755 millones de euros hasta junio de este año, por la compra de deuda pública por parte del BCE.

Asimismo, la inversión en deuda de sociedades no financieras sigue en terreno negativo, lo que se explica por el "deseable proceso de desapalancamiento".

ORIENTACIÓN INMOBILIARIA DE LA INVERSIÓN

En el caso de la inversión directa, el estudio destaca el aumento que ha tenido lugar en el primer semestre, si bien "su creciente orientación hacia las actividades inmobiliarias debilita su contribución a las ganancias de productividad que necesita la economía española".

Hasta 2015 el aumento de la inversión extranjera se centró más en la compra de instrumentos de deuda y participaciones de capital (inversión en cartera) que en la inversión directa, explica el estudio.

De hecho, el impacto de la crisis se saldó con una caída tanto de la inversión directa como en cartera, pasando de 58.128 millones de euros de inversión total en 2009 a valores negativos de 44.900 y 32.455 millones de euro sen 2011 y 2012, respectivamente.

El mayor descenso fue en la inversión en cartera, con una caída en el trienio 2010-2012 de 156.000 millones de euros. La inversión directa también se resintió, ya que cayó tanto en 2011 como en 2012. En 2009 la inversión directa alcanzó su valor mínimo (9.812 millones de euros).

En cambio, en el primer semestre de este año la inversión en cartera ha caído, mientras que la directa se ha recuperado.

La inversión extranjera es muy sensible a la coyuntura económica, como pone de manifiesto la intensa recuperación que tuvo lugar con la salida de la recesión a mediados de 2013. En ese año, la inversión en cartera pasó de una caída en 2012 a una cifra positiva de 28.000 millones de euros, mientras que la inversión directa aumentó un 77% (casi 15.000 millones de euros).

En los años posteriores, hasta 2015, la inversión en cartera más que duplicó su importe, mientras que la inversión directa cayó tanto en 2014 como en 2015, hasta situarse en casi 20.000 millones de euros, regresando así al valor de 2012.