Sin tener en cuenta el impacto positivo de los fondos públicos recibidos y de las operaciones adquiridas, el beneficio neto de Intesa SanPaolo entre enero y septiembre fue de 2.469 millones de euros, un 5,7% más que en el mismo intervalo del año precedente.
Los ingresos por intereses netos de la entidad en los nueve primeros meses del año sumaron 5.427 millones de euros, incluyendo 58 millones procedentes de las actividades adquiridas, lo que supone un retroceso del 2,1% respecto del mismo periodo de 2016.
En el caso de los ingresos por comisiones, la entidad transalpina alcanzó los 5.697 millones, un 7,5% más, mientras que los ingresos por intermediación sumaron 773 millones de euros, un 6,7% menos.
En el tercer trimestre, el beneficio neto de Intesa SanPaolo aumentó un 3,5%, hasta 650 millones de euros, incluyendo el efecto de la inyección recibida y de las operaciones adquiridas.
Entre julio y septiembre, los ingresos por intereses netos del banco italiano disminuyeron un 2,8%, hasta 1.807 millones, mientras los ingresos por comisiones aumentaron un 10,8%, hasta 1.946 millones, y los ingresos por intermediación cayeron un 26,6%, hasta 182 millones.
Intesa SanPaolo destacó que sus resultados son consistentes con el compromiso adquirido en el plan de negocio de la entidad de distribuir 3.400 millones de euros en dividendos en efectivo en 2017 y alcanzar los 10.000 millones entre 2014-2017 incluso sin tener en cuenta la inyección de dinero público recibida.