De hecho, la oficina estadística británica señaló que el dato del 0,6% en agosto supone una tasa de inflación "relativamente baja en el contexto histórico, aunque se sitúe por encima de los niveles registrados en 2015 y principios de 2016".
Los elementos con mayor contribución al alza de precios fueron los alimentos y las tarifas áreas, así como la menor bajada del precio de los combustibles para transporte, aunque su impacto se vio compensado por caídas en el precio de hoteles y alojamientos, menores subidas en alcohol, ropa y calzado que hace un año.
Mike Prestwood, responsable de inflación de ONS, apuntó en declaraciones recogidas por la cadena BBC que "los costes de las materias primas se han incrementado por segundo mes consecutivo, en parte debido a la caída del valor de la libra, aunque hay pocos indicios por ahora de que esté trasladándose a los precios de consumo".