Montoro admite que la reforma laboral por sí sola no creará empleo

cuatro.com 13/02/2012 14:01

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha afirmado que la reforma laboral que aprobó el viernes el Gobierno es "equilibrada" y ha admitido que por sí sola no creará empleo, aunque ha indicado que es condición necesaria para que éste se recupere y para evitar la "sangría" del paro. Por su parte, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que la reforma tendrá "sin duda" efectos positivos sobre la economía española "a medio plazo". La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que la reforma se ha hecho "pensando en todos y casa uno de los parados" y ha advertido de que el "afán reformista" del Ejecutivo "no decaerá".

Montoro señaló, en declaraciones a la cadena SER, que "fundamentalmente" es una reforma equilibrada entre los intereses de los empresarios y los sindicatos, si bien reconoció que entiende que por parte de las centrales sindicales haya habido un cierto rechazo.

El ministro admitió que la reforma laboral "por sí misma no va a crear empleo", pero añadió que se trata de una "condición necesaria" para crear puestos de trabajo y para "parar la sangría del desempleo". Así, afirmó que para crear empleo es también necesario que fluya el crédito bancario y que se recuperen los mercados internos.

"Nadie espera que por sí misma sea capaz de crear empleo, pero (la reforma laboral) actúa como un cortafuegos a la destrucción de empleo", reiteró Montoro, tras asegurar que este año será "muy difícil" para la creación de puestos de trabajo.

El ministro indicó que se trata de la reforma "más importante" desde los años 80, y destacó que procura que los salarios se acerquen más a la realidad de las empresas, facilita la capacidad de contratar, especialmente por las pymes y los autónomos, se hace la contratación "más sencilla" y se flexibiliza el contrato a tiempo parcial. Por ello, afirmó que simplificar la reforma asegurando que simplemente abarata el despido "no favorece nada".

Finalmente, preguntado por la posibilidad de que el Gobierno pueda modificar algo de la reforma en aras de un mayor consenso, Montoro dijo que el Ejecutivo no pretende "provocar posturas de enfrentamiento", sino que lo que quiere es buscar el mayor acuerdo posible.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado que la reforma se ha hecho "pensando en todos y cada uno de los parados", y ha asegurado que el "afán reformista" del Gobierno "no decaerá".

La vicepresidenta ha defendido las tres reformas aprobadas hasta la fecha por el Ejecutivo: la de estabilidad presupuestaria, la del sector financiero y la laboral. Sobre esta última, Sáenz de Santamaría ha subrayado que es "ambiciosa y profunda" y que se ha hecho "pensando en todos y cada uno de esos 5,3 millones de parados", pero también en los empresarios y autónomos, para que puedan crear nuevos puestos de trabajo y para que "puedan ajustarse sin recurrir al despido".

"Pero ésas no serán las únicas reformas. El afán reformista no decaerá y aprobaremos nuevas reformas en materia de sector público, en materia de transparencia, ajustaremos los organismos reguladores y los criterios de eficiencia que necesita este país y acometeremos todas las reformas de competitividad: de la energía, la fiscal, la educativa, la de justicia... para volver a colocarnos a la cabeza de los países modernos y de los países eficientes", ha anunciado.

"En muchos casos (estas medidas) no han sido plato de gusto, han sido impopulares y contrarias, pero es que no teníamos otro remedio. Nos hemos visto arrastrados en muchas ocasiones por una situación bastante peor de lo que se proyectada", ha afirmado el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien ha destacado que la reforma es "agresiva con las causas" que han llevado a España a ser el "peor" país desde el punto de vista laboral y "ambiciosa desde el punto de vista de la contratación futura".

De Guindos, en declaraciones a la cadena Cope recogidas por Europa Press, ha subrayado que la reforma laboral es "una pieza muy importante de la estrategia global de política económica del Gobierno".

Dicha estrategia, ha explicado, ha llevado al Ejecutivo a aprobar en un mes y medio "un conjunto de medidas que pueden ser discutibles, pero que han sido las más importantes y profundas en muchísimas décadas". "Se está recuperando el tiempo perdido porque España ha perdido mucho tiempo desde el punto de vista de la estrategia económica", ha destacado.

Preguntado por si la reforma laboral prima a los empresarios por encima de lo sindicatos, De Guindos ha dejado claro que "aquí lo que se quiere primar es el empleo". "Los empresarios lo que quieren es contratar y que les vaya bien las cosas. Yo no he encontrado todavía a ningún empresario que lo que quiera es echar trabajadores", ha indicado.

La reforma "definitiva" para los empresarios

"Es una reforma equilibrada, justa, que favorecerá no sólo a los empresarios, sino a todos los trabajadores. Las reformas no se hacen a medida de los empresarios", ha enfatizado. Las palabras de este dirigente empresarial contrastan con las de los sindicatos, que han denunciado que la reforma laboral del Gobierno está hecha "con la pluma de la CEOE".

Fernández, en declaraciones a RNE, ha subrayado que la reforma laboral aprobada es "profunda, la más amplia de la democracia", y ha indicado que "lo que es bueno para todos, es bueno para los 5,3 millones de desempleados".

"Los empresarios empezaremos a contratar si las condiciones de financiación se ponen en marcha, porque la reforma da mucha facilidad para que el desempleo empiece a decrecer", ha destacado el dirigente empresarial.

Fernández, que ha afirmado que con esta reforma España se pone en línea con los países más avanzados del mundo, ha asegurado que el empresario no tiene por qué comportarse de manera arbitraria en virtud de las facilidades que le da la reforma para organizar el trabajo y despedir.

En este sentido, ha señalado que "a veces es conveniente" para una empresa con problemas congelar salarios o incluso bajarlos -iniciativas que permite la nueva reforma si la empresa presenta pérdida de ingresos o ventas durante seis meses consecutivos- para no tener que despedir trabajadores. "Vamos a poder flexibilizar plantillas y contratar y despedir con más facilidad", ha reconocido.