En una entrevista este miércoles de TV3 recogida por Europa Press, Aragonès ha recordado que los cambios de sede no significan un traslado de los centros de trabajo y los ha valorado como "una operación temporal con voluntad administrativa".
Ha remarcado que en los sectores regulados "ha habido una clara voluntad del Gobierno de forzar esta situación con un decreto ley", y ha alertado que ningún ejecutivo debería contribuir con mensajes que favorezcan la incertidumbre y acaben afectando a las expectativas económicas.
Sobre una eventual independencia de Cataluña, el secretario de Economía ha asegurado que desde la Generalitat no se permitirá que en el futuro se dejen de pagar las nóminas de los empleados públicos y ha incidido en que la ley de transitoriedad jurídica establece el principio de negociación para tratar temas como éste con el Gobierno central.
Aragonès ha concluido que es necesaria una voluntad de solucionar el problema entre Gobierno y Generalitat y ha añadido que si el Estado se aferra a una situación de 'no diálogo' no podrá pensar que las consecuencias negativas solo recaerán en Catalunya.