Sin tener en cuenta el impacto de elementos atípicos, el beneficio neto subyacente de Crédit Agricole entre enero y septiembre alcanzó los 3.048 millones de euros, una cifra que representa un incremento del 36,6% en comparación con los nueve primeros meses de 2016.
La cifra de negocio de la entidad aumentó un 13,9%, hasta 13.983 millones de euros, mientras que el riesgo de crédito disminuyó un 24,8%, hasta 972 millones, y los costes por riesgos legales aumentaron un 15%, hasta 115 millones.
En el tercer trimestre, el beneficio atribuido de Crédit Agricole fue de 1.066 millones de euros, un 42,8% menos que un año antes, mientras que los ingresos crecieron un 22,3%, hasta 4.575 millones de euros.