La búlgara, que compitió sin éxito por la secretaria general de la ONU y comenzó a trabajar en la Comisión Europea en 2010 como comisaria de Ayuda Humanitaria, tiene una larga trayectoria en el Banco Mundial, donde trabajó entre 1993 y 2010 en diversos puestos de alta dirección. El último cargo que desempeñó en la institución fue el de vicepresidenta del grupo del Banco Mundial, entre 2008 y 2010.
Georgieva ha dicho que "no podía rechazar la oportunidad" de volver al Banco Mundial, institución que abandonó en 2010 para sumarse a la Comisión Europea tras meditar "mucho y largo" la decisión y ha agradecido al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, la oportunidad de haber podido formar parte de su equipo, tras subrayar el "honor" de haber servido los últimos años como la comisaria de Bulgaria.
El jefe del Ejecutivo comunitario ha dicho que ha aceptado su dimisión "con mucho pesar" y le ha felicitado por su nuevo cargo de dirección en el Banco Mundial, que supone "un reconocimiento" de "sus muchos talentos y su profesionalismo" y tras destacar que es "una política experimentada", por la que tiene "gran admiración". También le ha agradecido "su lealtad y trabajo comprometido" como vicepresidenta de la Comisión, cargo que ha ejercido durante los últimos dos años bajo su mandato. "Se le echará mucho de menos", ha incidido.
Juncker ha pedido al actual vicepresidente de la Comisión responsable de Economía y Sociedad Digital, Günter Oettinger, que le suceda al frente de su cartera, por ser el comisario más "senior" y dada su "experiencia política amplia" y su "plena confianza" en su profesionalismo y capacidad. "El trabajo de la Comisión Europea debe continuar", ha justificado.
Ambos trabajarán de cerca para permitir una transición en las responsabilidades. La dimisión de Georgieva, que ya ha sido comunicada al presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, para permitir las consultas parlamentarias relevantes, se hará efectiva como muy tarde el 31 de diciembre.
Juncker está listo para discutir "rápidamente" con el primer ministro búlgaro, Boyko Borissov, "nombres potenciales" de candidatos, así como "la asignación de una cartera posible".