En concreto, Bruselas propone recortes de entre el 15% y el 20% en los dos años para las capturas de granadero de roca en aguas al oeste de las islas británicas y en el golfo de Vizcaya. Asimismo, el Ejecutivo comunitario plantea rebajar hasta en un 20% todas las capturas de besugo, una de las especies con mayor valor comercial.
Con respecto a las capturas de tiburones y de granadero de roca, Bruselas presentará sus propuestas a finales y a mediados de octubre, respectivamente, a la espera de informes científicos sobre el estado de los stocks.
Además, en base al principio de precaución, que se aplica a especies para las que no hay datos científicos suficientes sobre su estado, la Comisión Europea plantea reducir en un 20% las capturas de brótola. También ha propuesto incluir al reloj anaranjado en la lista de especies prohibidas.
El comisario de Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, ha subrayado que el objetivo de su departamento es establecer oportunidades de pesca bianuales para especies de aguas profundas "con el claro objetivo de asegurar una gestión sostenible". "Los recortes moderados son necesarios en 2017 y 2018 para que los stocks y la industria se recuperen", ha manifestado.
Las pesquerías de aguas profundas representan cerca del 1 por ciento del pescado desembarcado procedente del Atlántico nororiental, pero algunas comunidades pesqueras locales dependen de esta pesca, según el Ejecutivo comunitario, que explica que las capturas y el empleo relacionado disminuyen desde hace años debido al agotamiento de las poblaciones.