Así, cerrada a cal y canto, lleva más de dos años la antigua fábrica de conglomerados para encimeras de Privilege. Los problemas financieros de su matriz italiana se llevaron la empresa por delante, pero sus trabajadores estaban convencidos de que el proyecto era viable. Por eso, han decidido dar un paso al frente arriesgando todos sus ahorros para reflotar el negocio. Es la historia de Seaquarz. La historia de un pequeño grupo de valientes que no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados y se han atrevido a desafiar a la crisis