La Guardia Civil ha detenido en Granada, en en el marco de la Operación Curtis, a un ciudadano británico de 39 años, identificado como D.D.H, acusado de la comisión de nueve delitos sexuales graves sobre menores en el Reino Unido y que figuraba en la lista de los fugitivos más buscados de Europa.
En la provincia de Granada también se le imputan tres delitos de abusos sexuales a menores, hechos que están pendientes de ser juzgados, según detallan desde el Instituto Armado, que ha puesto al detenido a disposición del Juzgado de Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.
Esta investigación se inició tras el análisis continuo sobre las listas internacionales de los fugitivos más buscados en el marco de las funciones propias del Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
Según informa Europa Press, las autoridades fijaron al acusado como objetivo tras darse a conocer las acusaciones contra él por abuso sexual sistemático de menores en Reino Unido, y teniendo constancia la Guardia Civil de un caso similar en la provincia de Granada en el que un ciudadano británico habría cometido supuestos abusos sexuales a menores a los que daba clases particulares de inglés en su domicilio familiar.
Aunque al principio las identidades de estas dos personas no se correspondían, pronto se comprobó que la documentación personal del británico, supuestamente afincado en Granada, podía ser falsa y que podía estar suplantando la identidad de otro súbdito británico de Valencia.
Tras esto, los agentes llevaron a cabo exhaustivas vigilancias sobre distintos domicilios de Granada, siguiendo el rastro de los anuncios que el detenido ponía en conocidas páginas web como profesor particular de inglés a domicilio. Finalmente, fue localizado en la ciudad y se procedió a su detención el pasado miércoles.
Tras realizar los análisis correspondientes por parte del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, se confirmó que se trataba de la misma persona reclamada por las autoridades británicas.
Reino Unido perdió la pista del acusado en 2015, cuando este no se presentó a un juicio estando en libertad bajo fianza. Su búsqueda ha sido muy intensa en ese país, tanto en redes sociales de distintos cuerpos policiales e instituciones como en distintos medios de comunicación.