La investigación se inició después de que los agentes recibiesen varias quejas de vecinos del barrio de Os Garitos, alertando de que un hombre tenía en su propiedad animales sueltos que, en ocasiones, accedían a la vía pública y al resto de propiedades privadas.
La Guardia Civil se personó en el domicilio de este vecino y constató que poseía cuatro gatos, una llama, un carnero de los Alpes, una cabra y dos ponis, todos "perfectamente alimentados".
A requerimiento de los agentes, el hombre aportó la documentación sanitaria de una oveja y de una cabra. Sin embargo, manifestó a la Guardia Civil que no disponía de la documentación relativa a la llama, que, aseguró, compró "hace años a un señor de un circo".
Ante esta situación, la Guardia Civil remitió a la Consellería do Medio Rural la denuncia de este caso, por tenencia de animales --una llama-- sin ningún tipo de identificación de la misma.