Vestido con ropa cómoda y cargando con pocos objetos personales, Simpson abandonó las instalaciones penitenciarias. Ahora el exjugador de fútbol americano está sujeto a la supervisión de la División Estatal de Libertad Condicional hasta el septiembre 2022, aunque estos años podrían disminuir por buen consentimiento.
Cuando O.J. conoció la noticia de su puesta en libertad el pasado mes de julio aseguro emocionado que quería una vida "libre de conflicto". "Estoy en un momento en mi vida en que todo lo que quiero hacer es pasar cuánto más tiempo pueda, con mis hijos y amigos", confesaba Simpson ante la junta que le concedió la libertad, desvelando también que se instalará en el Estado de Florida.
El deportista entraba en prisión en 2008 después de que robase objetos deportivos de una habitación de un hotel de Las vegas al lado de dos hombres armados. Fue condenado por 12 cargos. Pero no era su primer encontronazo con la ley ya que en 1994 fue acusado del asesinato de su exmujer Nicole Brown y su amigo Ronald Goldman. Un caso que escandalizo a Estados Unidos al completo.