Salvador permanece ingresado en un hospital de Santa Cruz en Carnaxide (Lisboa), mientras espera a que se le realice un trasplante de corazón. Los medios lusos aseguran que aunque su estado es delicado y grave permanece estable, siendo controlado a todas horas por el equipo médico por lo que ha sido entubado. "Lo tienen controlado y vigilado", declara un familiar del cantante a la revista TV7 Días, asegurando: "Ahora corre menos riesgo. Las maquinas a las que le tienen conectado llevan a cabo las funciones que normalmente despeñarían sus órganos, y de esta manera le tienen más controlado".
La fragilidad que el cantante mostró en las galas previas a Eurovisión, le obligaron a confesar sus problemas cardiacos y que había sido tratado de dos hernias durante el último año. Ahora la vida el joven de 27 años corre peligro y el trasplante de corazón es de carácter vital.
Unos problemas de salud que Sobral siempre ha sobrellevado con optimismo, refugiándose en la música, su mejor medicina.