La pasión de 'Norma', de Bellini', regresa al Teatro Real un siglo después de su última puesta en escena

EUROPA PRESS 13/10/2016 15:41

El director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, ha destacado este jueves durante una rueda de prensa que se trata de una "obra cumbre" y una de las más populares del repertorio italiano, cuya popularidad contrasta con su ausencia en el escenario del Teatro Real después de 102 años, algo "difícil de creer".

Se trata de la octava ópera de Bellini, para la que contó con la colaboración de Felice Romani en la elaboración del libreto, y que tuvo un sonoro fracaso en su estreno en el Teatro alla Scala de Milán. A pesar de ello, la emoción y la teatralidad la han convertido en uno de los títulos más aplaudidos por los aficionados de la ópera.

El director musical de 'Norma', Roberto Abbado ha señalado que se trata de una "obra maestra" que contiene un "respiro muy amplio" y que se desarrolla "lentamente", una de las características en las que reside uno de los mayores retos de esta obra, según ha indicado.

'Norma', una coproducción con el Palau de les Arts de Valencia y la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera, narra una historia que se desarrolla en la Galia, durante la época de la dominación romana. "Son dos pueblos y dos culturas distintas, con dos religiones distintas, lo que ya genera tensión dramática", ha explicado, al tiempo que ha señalado que "los papeles principales no son rectos sino corruptos en su interior, lo que genera otra tensión".

En cuanto a la música, Abbado ha indicado que una particularidad de Norma son dos recitativos que se encuentran "entre los más grandes, complejos y precisos de toda la historia de la época". Además, ha indicado que la música toma sus raíces en el neoclasicismo, pero Bellini la desarrolla con una "sensibilidad romántica muy nueva".

En este sentido, ha destacado que 'Norma' muy importante para los compositores posteriores, no solo los italianos, y su influencia en la manera de tratar la melodía se observa en músicos como Chopin, en concreto en la forma en la que usa el tempo musical, siempre "muy sensible", así como Wagner, que dirigió muchas veces Norma.

ESCENOGRAFÍA: SENCILLEZ Y SIMBOLISMO

Por su parte, el director de escena, Davide Livermore, ha explicado que aunque la escenografía será "discreta", está "muy presente" y tiene una "imagen impactante y fuerte", que tiene como resultado "un espectáculo hecho con medios modernos con video proyección".

Según ha explicado, la idea es poner el enfoque en un objeto: el árbol sacro, que representa un "objeto totémico". "Me gusta enfocar todo en la escenografía, porque en este objeto todo se cumple, empieza la vida de una sacerdotisa, en este árbol puede ver el futuro y al mismo tiempo lugar en el que se puede imaginar su fin, de su historia llena de contradicciones", ha dicho.

Para Livermore, la mayor dificultad ha sido crear acción y traducir una partitura que está "llena de pasión y de acentos, de ocasión teatral", en hechos. "Este tormento maravilloso no puede ser una puesta en escena solo estática, creo que necesita un soporte de cuerpo, de acción y de sangre y pasión que está en la partitura", ha indicado acerca de la imagen que se verá en escena.