El MNAC desvela la relación de Picasso con el románico en un "diálogo inédito"

EUROPA PRESS 16/11/2016 14:56

'Picasso-Romànic', que se podrá ver hasta el 26 de febrero, no es una exposición en sí misma, sino que 40 obras y 21 documentos del pintor se integran de forma muy sobria en el recorrido en un diálogo que "cambia los ojos con los que mirar el románico" de nuevo, ha dicho el director.

Se trata de la primera vez que se explora esta relación, que empezó con la estancia en 1906 del pintor malagueño en Gòsol (Lleida), donde dejó atrás su periodo rosa -que él mismo calificó de "sentimental"-- y se interesó por el arte primitivo -frontal y hierático-- con las manifestaciones en iglesias románicas de la zona.

Posteriormente, Picasso reivindicó la "fuerza contemporánea del arte románico" cuando en 1934 visitó el MNAC en el marco de un recorrido que se documenta en la exposición con una serie fotográfica y postales de obras que él mismo adquirió y otras que recibió por correspondencia de amigos y allegados.

"Si hay un lugar donde se tenía que hacer esta relación es aquí", ha celebrado Le Bon, que ha resaltado la generosidad del museo parisino dedicado al pintor malagueño al considerar que su obra no es suya, sino que es para todo el mundo.

Un total de 40 óleos, dibujos, cerámicas, esculturas y un cuadro-relieve del artista interactúan con las obras medievales de la colección, junto a un fondo documental hasta ahora inédito que conserva el museo de París y que está lleno de imágenes románicas, postales del museo, libros y revistas sobre el tema.

La exposición no impone una relación mecánica entre las obras románicas y las de Picasso, ni plantea la búsqueda de una influencia directa, ya que una de las características principales de la obra del cubista es precisamente su capacidad de transformar toda la influencia en lago distinto y propio.

MIRADA ARTÍSTICA

La mirada de Picasso sobre el románico es una mirada de valoración artística, y no es una mirada arqueológica, han destacado los comisarios de la exposición Juan José Lahuerta y Emilia Philippot, acompañados del director del MNAC, Pepe Serra.

La muestra gira sobre tres ejes temáticos que exploran los primeros contactos de Picasso con el románico y se centra especialmente en las obras realizadas en 1906 y 1907 -año crucial en que pintó 'Las señoritas de Aviñón'--, mientras que en el segundo eje aborda el tema trágico de la crucifixión tan presente en el arte románico.

MUERTE Y CRUCIFIXIÓN

En esta parte, destaca la relación de las crucifixiones desarticuladas de Picasso con las articuladas del románico, especialmente con el conjunto escultórico de las 'Pinturas de Sorpe y Davallaments de la Creu' que conserva el museo.

El tercer eje se refiere a una imagen de la calavera y la muerte, como uno de los grandes temas transversales de toda la obra de Picasso, y se expresa simbólicamente de diferentes formas, con máscaras y calaveras, tanto humanas como animales.