Según han explicado este jueves 5 de enero en rueda de prensa el director del Programa de Música de la Fundación Juan March, Miguel Ángel Marín, y el director del Teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco, la acción de esta obra se desarrolla en China, en el periodo de la dinastía Qing. En una casa aristocrática, tres doncellas chinas reciben la visita del hermano de una de ellas, quien acaba de regresar de Europa y que presume de todo lo que ha visto allí.
Tal y como ha señalado Marín, se trata de la sexta edición del formato Teatro Musical de Cámara, iniciado en 2014 por la Fundación Juan March, una línea de programación centrada en un extenso corpus teatral que por sus características no suele tener cabida en los teatros de ópera convencionales.
En sus palabras, se trata de obras de pequeño formato destinadas a un número reducido de intérpretes, a las que "raramente" tienen "acceso" los amantes de la ópera. Además, ha señalado que se concibió en una casa privada y este formato "exige repensar" cómo acercarse a ella, y no "hacerla a escala".
Bianco ha señalado que se trata de una obra con "una exigencia vocal muy importante" y ha indicado que se trata de una comedia coral con "lucimiento de cada uno de los intérpretes, no solo roles secundarios". En este línea, la soprano Cristina Toledo ha señalado que se trata de una "comedia de enredos" con una "partitura muy difícil que requiere una técnica consolidada".
Manuel García (Sevilla, 1775-París, 1832) fue cantante, director, pedagogo y compositor. Fue maestro de una larga saga de cantantes, entre los que destacan sus propios hijos. Hacia 1831 compuso en París cinco óperas de salón, entre las que se encuentra 'Le cinesi'.
Marín ha agregado que lo que quería "Manuel García era "mostrar a la sociedad parisina lo buen profesional que era". "Ponía en jaque a los cantantes para el deleite del público", ha dicho.
EL DEBUT DE BÁRBARA LLUCH
Bárbara Lluch --nieta de la actriz de teatro Nuria Espert--, tras haber trabajado en en Covent Garden de Londres, se estrena en la dirección de escena con esta obra, en cuyos ensayos ha brotado la diversión y que, según ha asegurado, llegará también a los espectadores.
La puesta en escena sitúa la obra en la China del siglo XVIII y se inspira en la estética oriental, tanto en el mobiliario y vestuario como en la caracterización y la gestualidad. En palabras de Lluch, el objetivo era representar "lo bello" y "lo exótico" que los autores imaginaban, puesto que ninguno había viajado allí.
Además, ha destacado que han dedicado muchas horas de trabajo de investigación porque no existe mucha información acerca de lo que hacían las mujeres. En este sentido, ha indicado que esta obra permite "abrir una puerta y entrar en el salón de una casa china en 1850 durante una hora".
La dirección musical y el piano correrá a cargo de Rubén Fernández y Aguirre, quien interpretará un piano de gran cola.