Antonio Orozco: "Mi hijo tiene arte, el piano lo toca desde muy niño"

CHANCE 08/10/2016 12:57

Inmerso en la gira de Destino, su último disco, y a punto de estrenar la nueva edición de La Voz Kids, Antonio Orozco se embarca en un nuevo reto. Bajo el título "Pibón a los 40", el cantante quiere recuperar la forma física que tenía antes de fracturarse el tobillo hace casi dos meses. La inmovilidad de estos más de cincuenta días han hecho que haya cogido diez kilos de más que con la ayuda de un preparador físico espera quitarse.

CHANCE: ¿Qué te ha hecho involucrarte en esta iniciativa?

Antonio Orozco: Son ya cuatro años colaborando con Fluchos. Nuestro destino ha ido cambiando, empezamos con Voces que aplicó en Mali, en niños. Ahora ha cambiado su objetivo y se ha centrado en el cáncer, en investigar para curar. Los fondos son muy necesarios, los privados más que ningunos y ahora son escasos. Estoy volcado en darle voz a este proyecto y que todo el mundo lo conozca, ese es mi plan.

CH: Todo lo recaudado va destinado a la investigación del cáncer de pulmón, ¿De qué manera te vas a implicar?

A.O: Gracias a la tecnología hay formas muy fáciles de poder estar en contacto. El doctor Adrián es un investigador maravilloso que forma parte del equipo de investigadores del CIMA. Él irá actualizando su blog e iremos viendo y viviendo lo que está pasando en su tesis. Lo que pretenden los investigadores es que teniendo en cuenta el desastre de las posibilidades de vida de un cáncer de pulmón, poder anticiparnos al cáncer. Es una investigación milagrosa. Creo que lo bonito es que podremos seguirlo públicamente. Este tipo de cosas hará que muchos chavales viendo los pasos de Adrián quieran ser como él.

CH: Hay que creer en los milagros...

A.O: No sé si hay que creer en los milagros o no, yo no creo en nada. Hace mucho años, cuando mi padre murió y yo era muy jovencito dejé de creer en todo. No creo mucho en nada, los héroes son héroes porque nadie sabe que lo son. A poco que nos fijemos nos daremos cuenta de que estamos rodeados de héroes. Adrián es como un ángel, como un milagro, tiene veinticuatro años, tiene su carrera y está terminando el doctorado.

CH: ¿Te pilla de cerca el tema del cáncer?

A.O: Como a ti. Quién no tiene un amigo o a alguien cercano. El cáncer es mejor no personalizarlo, ese es uno de los grandes errores. El cáncer es un problema gravísimo global porque desestructura una familia. No sabes cómo enfrentarte a él. A grandes males hay que tener grandes soluciones, y el CIMA creo que es la mejor solución que tenemos.

CH: ¿Le cuentas estas cosas a tu hijo Jan? Para generarle conciencia solidaria...

A.O: No. El otro día mi hijo estaba en Pamplona conmigo, pensé en llevarle al CIMA pero no lo llevé porque pensé que íbamos a ver cosas que no podía ver un niño. En mi casa no hay premios, me dan mucha grima. Es un reconocimiento y están muy bien, pero a los diez minutos ya no mola. En mi casa solo hay un premio que se puede ver, la V de Vida que me otorgó la asociación española contra el cáncer. Creo que cuando haces las cosas por los demás el karma te lo devolverá. Eso es lo único que mi hijo sabe de las cosas que su padre hace. Mi compromiso con San Juan de Dios lo conoce, ha visto la placa que hay en el hospital y se lo he tratado de explicar.

CH: ¿Cómo vive él tu profesión?

A.O: Con absoluta naturalidad. Cuando más me desubica es cuando está en emisión La Voz, recibe mucho más input. Nosotros no hacemos vida de superestrellas, hacemos una vida muy normal y mi hijo no vive acontecimientos extraños. Va a conciertos y viajes conmigo, pero como el que va con su padre a la obra. Lo vivimos como un trabajo.

CH: ¿Le ves vena artística?

A.O: Creo que es irremediable pero no tengo ni idea. Siempre le preguntó qué quiere ser, a mí me gustaría que fuese médico. No sé, tiene arte, el piano lo toca desde muy niño y toca muy bien la batería. No sé si canta tan bien porque canta poco y yo tampoco le pido que cante. Si hiciésemos un barrido de padres orgullosos a diez kilómetros a la redonda es posible que yo fuese el primero.

CH: Has iniciado la operación "Pibón a los 40", cuéntame...

A.O: Me rompí el tobillo hace más de cincuenta días y ha sido muy difícil. En este tiempo de inmovilidad no solo he perdido mis marcas corriendo o escalando sino que he cogido diez kilos. Dicen que no se me nota pero me siento mucho más pesado, mis piernas no están bien y mis tobillos no responden igual. Estoy trabajando con un preparador físico que me está ayudando a recuperar la movilidad del pie. Lo hago porque no tengo mucho tiempo, tengo muchos compromisos y el pie todavía lo tengo regular.

CH: ¿Cuál es tu objetivo?

A.O: Mi plan es recuperar mi peso y compartirlo con el público porque hay mucha gente que está en la misma situación que yo. Que no tienen tiempo para hacer las cosas y quieren hacer deporte y sentirse bien.

CH: ¿Buscas estar más atractivo?

A.O: Creo que nunca he hecho el payaso por ahí, para mí lo más importante es recuperar mi tobillo. No soy un especialista en imagen aunque trato de cuidarme lo suficiente. Es mucho más importante sentirse bien por dentro. El título de "A los 40 pibón" es un título muy ingenioso (ríe).

CH: Además de ejercicio físico, ¿Sigues algún régimen?

A.O: No, básicamente deporte y llevar una buena alimentación. No como pizza ni esas cosas. Mi objetivo es alcanzable y lo voy a conseguir, solo necesito un poco de tiempo para realizar mis ejercicios. Me quedan 45 días para conseguirlo.

CH: ¿Orgulloso del éxito que está teniendo Destino? Tu último disco...

A.O: Me dijeron los datos de venta ayer y está a punto de ser dos platinos. Lleva más de un año estando entre los diez o quince discos más vendidos. No lo sabía y me lo dijeron el otro día, me llenó de ilusión.

CH: ¿Piensas ya en el próximo disco?

A.O: Estamos empezando a hablar, pero ahora lo que quiero es acabar esta gira. De lo que más ganas tengo es de que empiece a emitirse La Voz Kids, lo vais a flipar. No puedo dar más datos, pero va muy bien y está siendo una de las cosas más divertidas que he hecho en mi vida. A los niños con un poco de mayonesa y unas papas fritas te los comes a todos.