Crítica | Múltiple, el punto de inflexión de Shyamalan

EUROPA PRESS - Israel Arias 27/01/2017 13:33

Y es que es imposible valorar lo que la última propuesta cinematográfica de Shyamalan supone en su conjunto -como película independiente y como punto de inflexión en su filmografía- sin reventar el giro marca de la casa. Una aséptica aproximación, respetuosa con el desenlace, ha de limitarse a ponderar Múltiple como un thriller de suspense y secuestros que -en consonancia con su protagonista al que da vida James McAvoy, un hombre que encierra 23 personalidades diferentes dentro de su mente- encierra interesantes reflexiones sobre los abusos a menores, los trastornos de personalidad, las vidas rotas y la propia naturaleza humana.

Una cinta con una atmósfera absorbente, un buen puñado de imágenes poderosas de una calidad cinematográfica innegable y un ritmo que no decae en ningún momento y que avanza sin precipitarse hasta la gran pregunta que lanza Múltiple: ¿Es la mente capaz de condicionar e incluso de hacer mutar al cuerpo?

Esta es la premisa -como lo era la existencia de los extraterrestres en Señales, la venganza de la naturaleza contra el hombre en El incidente o la vida después de la muerte en El sexto sentido- que integra lo fantástico dentro de la realidad en Múltiple. Es la idea que, al abrigo del trastorno de identidad disociativo del protagonista y secundada por el debate médico real abierto en este sentido, hay que comprar para disfrutar plenamente de una tensa y conseguida historia que se apoya de forma decisiva en el excelente trabajo de McAvoy, que sale indemne de un envite interpretativo en el que era fácil caer en la caricatura.