Entre las que han cosechado un mayor consenso se encuentran la reforma de la Ley Electoral, así como la exigencia de listas abiertas y una democracia participativa, y de la Ley Sinde contra la piratería en Internet, ambas muy aplaudidas entre los cientos de congregados.
Otras reivindicaciones han sido la derogación de la Ley de Partidos, del Plan Bolonia o de la reciente reforma laboral y de las pensiones acordada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Asimismo, han exigido el derecho a una vivienda digna, a una sanidad pública y gratuita y a una educación pública, laica y bilingüe, al tiempo que han apostado por la defensa de la memoria histórica.
Entre las propuestas que han recibido un mayor apoyo se encuentra también la defensa de una III República, la supresión de la Audiencia Nacional, una reforma del IRPF para que se ajuste en función de la riqueza, además de pedir la eliminación de los paraísos fiscales y mostrar su rechazo al FMI, al Banco Mundial y a otros organismos internacional.
Los sindicatos han ofrecido a la organización material y apoyo durante las protestas, aunque desde 'Acampada de Sol' lo han rechazado alegando que no quieren ninguna vinculación con sindicatos ni partidos.
"No nos moverán"
A pesar de la intensa lluvia y de la prohibición de la Junta Electoral miles de personas se manifestaron este miércoles en la Puerta del Sol y medio millar ha pasado la tercera noche de acampada. Los 'indignados' están orgullosos del seguimiento que ha conseguido el Movimiento 15-M y siguen convencidos de quedarse hasta el próximo domingo. En Barcelona también continúan las protestas y 2.000 personas se han reunido para realizar una cacerolada. La Junta Electoral Central se reúne esta tarde para pronunciarse sobre las concentraciones solicitadas para el sábado, día de reflexión.
Unas 400 personas han amanecido este jueves en el campamento levantado en la Puerta del Sol, con motivo de las movilizaciones del 15 de mayo, tras pasar toda una noche con la lluvia sobre sus cabezas, que, entre otras cosas, les ha obligado a estar achicando agua y quitando barro durante horas.
Con los primeros rayos del sol, los acampados han empezado a levantarse después de una noche más larga que la del pasado martes, pues la lluvia no ha cesado y les ha impedido realizar con relativa comodidad las tareas que hasta el momento venían haciendo como parte de su organización.
Así, ya en la madrugada de este tercer día de campamento, han tenido que pedir ayuda para que les enviaran material y reestructurar la zona de acampada. Eran necesarias más lonas, cuerdas, plásticos, palos y mantas porque se estaban resguardando de la lluvia con techos "muy precarios", en palabras de los asistentes.
"Llueve y llueve y la plaza no se mueve", han coreado los participantes en la concentración, mientras varios activistas hacían acopio de colchones y sillas para pasar la noche.
Hasta el momento no se han registrado incidentes de importancia y los portavoces del movimiento 15 M se esfuerzan en transmitir por megafonía a los concentrados que no se enfrenten con la policía ni hagan botellón para evitar que los desalojen de la Puerta del Sol. Durante la noche continúan los trabajos de los distintos comités que se encargan de buscar alimentos, bebidas e incluso medicinas.
"La gente está respondiendo muy bien", ha señalado un portavoz del movimiento identificado como Charly, que ha explicado que los bares de la zona les facilitan alimentos y les permiten usar los baños.
Asimismo, varias personas se ofrecen voluntarias para traducir a distintos idiomas el manifiesto del movimiento 15 M. Sobre las 02.00 horas se han celebrado reuniones de todos los comités que más tarde debatirán en una asamblea las propuestas para construir "una democracia real desde la base, desde las personas", en palabras del portavoz.
Ese mismo portavoz ha asegurado que el numero de seguidores en Twiter y Facebook ha aumentado considerablemente desde el domingo y se ha mostrado orgulloso de que desde entonces la Puerta del Sol haya estado repleta de personas que demandan un cambio político y social en España. "Sabemos que el cambio tiene que ser lento, no tenemos prisa, aseguró.