El estudio reveló que el dolor irruptivo oncológico, un dolor intenso, de rápida aparición y corta duración provoca trastornos psicológicos, como ansiedad, depresión y alteraciones del sueño, afectando el estado de ánimo.
Más de la mitad de los oncólogos entrevistados para el estudio 'Onco-Adhiérete', presentado en el Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica, aseguran que entre el 25 y el 50% de sus pacientes no sigue las instrucciones de prescripción ni tampoco los tiempos de administración recomendados para estos fármacos.
La falta de seguimiento de estas terapias paliativas provoca, según los oncólogos, una pérdida de calidad de vida en el 87,55 de los casos, y un mal pronóstico de la enfermedad y deterioro de las relaciones familiares y sociales como consecuencias secundarias.
El sentimiento autopercibido de los pacientes de que no necesitan tratamiento, la falta de apoyo familiar, así como la ausencia de conciencia de que se trata de una enfermedad", son las razones no farmacológicos que obstaculizan la adherencia terapéutica, según ha explicado el jefe del servicio de Oncología del Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela, el doctor Rafael López.
A estos factores pueden añadirse la ineficacia percibida del tratamiento, en el 37,5 % de los casos, la preocupación por los posibles efectos adversos, en un 32,3% y las pautas terapéuticas complicadas, en el 15,6 por ciento de los casos, según la encuesta.
"Los oncólogos debemos mejorar la adherencia al tratamiento del dolor irruptivo crónico desarrollando estrategias dirigidas a la educación al paciente y sus familiares sobre el manejo del dolor, mejorando las pautas de administración y los efectos adversos y la comunicación entre médicos y pacientes", ha resumido el doctor López.