Las pruebas hasta ahora han mostrado que los pacientes ingirieron un 30 por ciento menos de alimentos después de ser tratados con la inyección de hormonas que funciona de manera similar a una banda gástrica. Según los científicos, el medicamento ha tenido tanto éxito en los ensayos que algunos de los sujetos pudieron dejar de tomar, incluso, sus medicamentos para la diabetes.
La investigación involucró a 20 pacientes que tomaron tres hormonas a través de un parche y una bomba durante 28 días, y perdieron entre 1,8 kilos y 9,5 kilos, lo que hace que el tratamiento sea casi tan efectivo como una operación de pérdida de peso.
El equipo de investigadores pronto publicará los hallazgos en una revista médica, informa el Daily Mail.
El profesor sir Steve Bloom, investigador principal y jefe de diabetes, endocrinología y metabolismo en el Imperial College, ha explicado que los hallazgos son esperanzadores ya que se podría crear una terapia en cinco años tan efectiva en la pérdida de peso como la cirugía.
Sir Steve cree que "será el agente más emocionante para mejorar la salud que se ha descubierto".
"La obesidad se ha convertido en una carga tremenda para nuestra sociedad. Aumenta el riesgo de cáncer. Las posibilidades de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular aumentan con la obesidad. Si eres artrítico, es peor. Casi todo es peor. Vivimos cada vez más, pero ese proceso se ha detenido porque nos estamos matando a nosotros mismos con la obesidad", apunta.
Los pacientes sometidos a cirugía de banda gástrica tienen un aumento de las hormonas de la saciedad, señales químicas que se liberan para controlar la digestión y las punzadas de hambre.
Las hormonas también pueden estar relacionadas con antojos alterados, ya que los pacientes con banda gástrica comenzaron a desear menos alimentos grasos. Para crear el nuevo tratamiento, los investigadores reprodujeron las hormonas de la saciedad sin cirugía.
La profesora Tricia Tan, consultora en diabetes, endocrinología y medicina metabólica, que formuló las hormonas, señala que "mientras usas la bomba, te sientes menos hambriento y dejas de comer antes. La sensación es como después de haber comido una gran comida y sentirse realmente lleno. Lo que es aún más emocionante es que podemos normalizar los niveles de azúcar en la sangre y de aquí pueden salir los medicamentos para la diabetes".
Un participante de 38 años en el ensayo dijo que había tenido una "reacción instantánea" a las hormonas y que hacía que los alimentos dulces fueran menos atractivos.