Descubren la mayor estructura del planeta: hecha por termitas y con 4.000 años de antigüedad

Noticias Cuatro/Agencias 19/11/2018 22:19

El reciente descubrimiento ha sido publicado en Current Biology, un descubrimiento en el que los montículos, que son fácilmente visibles en Google Earth, no son nidos, sino más bien, el resultado de la excavación lenta y constante de los insectos de una red de túneles subterráneos interconectados.

Las actividades de las termitas durante miles de años han resultado en enormes cantidades de suelo depositadas en aproximadamente 200 millones de montículos en forma de cono, cada uno de aproximadamente 2,5 metros de altura y 9 metros de ancho.

Los montículos fueron formados por una única especie de termitas que excavó una red masiva de túneles para permitirles acceder a las hojas muertas para comer de forma segura y directamente desde el suelo del bosque --dice Stephen Martin, de la Universidad de Salford, en Reino Unido--. La cantidad de suelo excavado es de más de 10 kilómetros cúbicos, equivalente a 4.000 grandes pirámides de Giza, y representa una de las estructuras más grandes construidas por una sola especie de insecto".

"Este es aparentemente el esfuerzo de bioingeniería más extenso del mundo por una sola especie de insecto", agrega Roy Funch, de la Universidade Estadual de Feira de Santana en Brasil. "Quizás lo más emocionante de todos es que los montículos son extremadamente viejos, de hasta 4.000 años, similares a las edades de las pirámides".

Los montículos están ocultos en gran parte a la vista en los bosques de caatinga totalmente caducifolios, semiáridos y con matorral espinoso, únicos en el noreste de Brasil. Solo podían verse cuando algunas de las tierras fueron despejadas para pastos en las últimas décadas. Las muestras de suelo recogidas de los centros de 11 montículos y fechadas indicaron que los montículos se crearon hace entre 690 y 3.820 años, lo que los hace tan viejos como los montículos de termitas más antiguos que se conocen en África.

Los investigadores analizaron si el patrón espacial extrañamente regular de los montículos era impulsado por la competencia entre las termitas en montículos vecinos. Sus pruebas de comportamiento encontraron poca agresión a nivel del montículo, en comparación con la agresión obvia entre las termitas recolectadas a mayores distancias entre sí.