El estudio fue realizado durante un periodo de 11 años a un total de 33.908 personas por la compañía noruega HUNT con el objetivo de comprobar los beneficios del ejercicio contra la ansiedad y la depresión.
Durante el tiempo que duró el estudio, se comprobó que los sujetos no presentaban signos de algún trastorno mental y que sus condiciones físicas no eran limitadas. Además, se les pasó un cuestionario de medidas validadas de ejercicio, depresión, ansiedad y un rango de posibles factores de confusión y mediación.
Tras analizar los resultados de la encuesta, que ha publicado la revista American Journal of Psychiatry, se detectó que aquellos que no realizaban ejercicio de forma regular tenían un 44 por ciento más de posibilidades de desarrollar depresión, en comparación con quienes lo practicaban una o dos horas a la semana.
Además, se reveló que el 12 por ciento de los futuros casos de depresión se podrían haber evitado si los participantes hubiesen hecho ejercicio al menos una hora durante la semana.
Con todo ello, se ha concluido que el ejercicio físico ayuda a prevenir una futura depresión. Sin embargo, no tiene los mismos beneficios sobre la ansiedad.