Desvelan que el ansia por comer es culpa del cerebro y cuanto más obeso, menos voluntad

Noticias Cuatro / Agencias 29/08/2018 18:00

La investigación llevada a cabo por el instituto y Hospital Neurológico de Montreal, en Canadá ha consistido en un examen de imágenes de resonancia magnética y datos de pruebas cognitivas de 1.200 personas, según ha publicado Europa Press. Como resultado, los sujetos con mayor IMC tuvieron un mayor volumen en la amígdala izquierda. En estudios previos ya se había delimitado que esta desempeña un papel en respuesta a las señales de los alimentos.

Asimismo, las estructuras entorrinal-parahipocampal tienen un volumen disminuido. Estas se asocian con la memoria episódica y la medición de contexto. El estudio sugiere, por tanto, que las personas propensas a la obesidad son más sensibles a las señales visuales de la comida y menos capaces de resistirlas aunque sean conscientes de las consecuencias negativas que tienen, como el aumento de peso.

En el estudio también han participado hermanos y gemelos, para así, determinar la heredabilidad de la obesidad. A través de métodos estadísticos, los ivnestigadores han encontrado que muchos de los rasgos cognitivos y neurológicos tienen vínculos genéticos con la obesidad.

"Este trabajo respalda la teoría de que el peso corporal está parcialmente bajo el control de los sistemas cerebrales involucrados en la cognición, la toma de decisiones y la motivación. Además, las diferencias individuales en estos sistemas cerebrales que regulan la ingesta de alimentos parecen ser moderadamente heredables", ha afirmado el autor principal del artículo, Alain Dagher.