Y hoy la marea blanca está de fiesta. Con concentraciones en los hospitales madrileños han celebrado que la justicia mantenga la suspensión cautelar de la privatización que quería llevar a cabo el gobierno de Ignacio González. Ayer el tribunal superior de justicia de Madrid, al que se había derivado el caso, decidió que quienes deben fallar sobre los siete recursos contra la privatización tienen que ser los juzgados que empezaron el proceso. La resolución del conflicto podría durar hasta dos años.