‘Cuatro al día’ ha podido hablar con una de las afectadas por esta ocupación. “Bronca, trapicheos” confiesa que son su pan de cada día desde “julio del año pasado”, cuando la sucursal cerró y unos ocupas la decidieron habitar. Los vecinos confiesan estar “hartos” de esta situación, no solo por el ruido que generan que no les permite “descansar por las noches”, sino por su actitud violenta.
Cuando el reportero de investigación intenta entrar al local para ver las condiciones en las que viven estos ocupas, se encuentra en la puerta con un perro peligroso, dejado suelto para actuar como “seguridad” ante cualquier extraño que intente entrar a la sucursal. A pesar de eso, la cámara pudo entrar y documentar las condiciones en las que viven: basura, escombros, alguna jeringuilla, heces. Así son las condiciones totalmente insalubres en las que viven estos ocupas. El reportero enviado por el programa esperó en la puerta para ver el tránsito masivo de personas que acudían al local y poder hablar con alguna de ellas. Ante sus preguntas, decidieron contestar con insultos y amenazas. Esta es la sensible situación a la que se ven abocados a vivir los vecinos del barrio de Simancas.