Verone le entregó una nota a una de las cajeras en la que pedía la pequeña cantidad informándole que era un atraco. Después se sentó en un sofá y esperó que el empleado llamara a la policía.
El hombre en la nota que entregó a la cajera aseguró que tenía una pistola. Después de esto le informó que iba "estar sentado aquí, en la silla, esperando a la policía'", según publica la cadena 'ABC '.
"El estuvo sentado en el sofá, después de que llamé al 911", explicó el empleado del banco de Gastonia.
A la llegada de la policía arrestaron al supuesto delincuente que no opuso resistencia, ni estaba armado, como comprobaron los agentes. Verone aseguró que pidió un dólar para dejar claro que sus motivos son médicos y no monetarios, según la declaración a la policía.
Con problemas en el pecho, dos discos rotos en la columna vertebral y sin trabajo, espera que pueda permanecer tres años en la cárcel, donde recibirá la atención médica que necesita.
"Soy un persona lógica y esa es mi lógica, la que se me ocurrió, dijo Verone a la prensa. Sin embargo, la acusación de robo, a menos que sea robo con fuerza, no lo mantendrá tras las rejas más de un año. Será juzgado el próximo 28 de junio, mientras tanto permanece en prisión bajo fianza.