Victoria del opositor Yanukovich en Ucrania

CNN+/Cuatro 08/02/2010 12:38

Yanukovich reúne de momento el 48,23 por ciento de los votos y Timoshenko, el 46,14 por ciento. Según la CEC, el índice de afluencia a las urnas ha sido del 69,07 por ciento, frente al 66,76 de la primera vuelta, celebrada el pasado 17 de enero. "No se registraron infracciones graves durante las elecciones", añade. Según RIA Novosti, los observadores del Consejo de Europa han calificado de "transparentes y libres" los comicios presidenciales ucranianos. En Ucrania tienen el derecho a voto 36,5 millones de personas.

El cruce de acusaciones entre el favorito Viktor Yanukovich y su rival, la primera ministra Yulia Timoshenko, ha sido continuo y esta última ha amenazado con sacar a sus partidarios a la calle en caso de derrota. Además todos los cambios introducidos a última hora en la ley electoral, altamente sospechosos según observadores europeos, podrían desembocar en una petición de Timoshenko para anular la votación entera. Aunque dados los resultados actuales, esto no parece nada probable de que ocurra por parte de Yanukovich.

Lo cierto es que el ex primer ministro Yanukovich ha protagonizado un espectacular regreso a la palestra tras su victoria con un 35 por ciento en la primera vuelta de los comicios. Su triunfo en esta segunda vuelta es muy posible, ya que cuenta con el respaldo de los comunistas liderados por Petro Simonenko y con el presidente del Parlamento, Volodimir Litvin. Ambos eran candidatos en la primera vuelta y sumaron un total del seis por ciento de la intención de voto.

El contexto internacional ha cambiado. Cinco años después de la Revolución Naranja, la comunidad internacional ya no está por la labor de pronunciarse incondicionalmente a favor de un candidato concreto. Bruselas y Washington están manteniendo las distancias, frustrados por el escaso progreso democrático registrado en el país. En consecuencia, Moscú ha adoptado un papel más relevante en el panorama electoral ucraniano y pretende hacerse notar a través de la figura de Yanukovich, triunfador de los fraudulentos comicios de 2004 que desembocaron en las protestas prodemocráticas que han marcado la singladura del país desde entonces.