Toque de queda en la ciudad de Urumqi para frenar los enfrentamientos étnicos

CNN+/Cuatro 07/07/2009 13:08

El Gobierno chino ha declarado el toque de queda en la ciudad de Urumqi, para intentar poner fin a los enfrentamientos étnicos tras "la tragedia" que vive la región. Mientras, miles de manifestantes se han hecho de nuevo este martes con las calles de la capital. La policía ha tratado de frenar la violencia entre hans, la etnia mayoritaria, y uigures en las calles de Urumqi sin mucho éxito.

Por su parte, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha pedido en un comunicado a las autoridades chinas y a los grupos étnicos que se moderen y "no contribuyan a aumentar la violencia y la pérdida de vidas".

Los uigures denuncian que muchos miembros de sus familias han sido detenidos injustamente y sin motivo alguno debido a una oleada de arrestos arbitrarios auspiciada por el Gobierno del país. La causa de la protesta es la discriminación sistemática que sufren los uigur en frente a los han, la etnia mayoritaria.

En las últimas horas, la Policía china ha detenido a un total de 1.500 personas por su presunta relación con los disturbios que se registraron el domingo en Urumqi y también en Kashgar, donde los agentes dispersaron a más de 200 personas que se encontraban en el interior de la mezquita principal de la ciudad.

Cortadas las comunicaciones

Mientras, las líneas de teléfono fijo y el acceso a Internet permanecen cortadas en su práctica totalidad en Urumqi, capital de la provincia occidental de Xinjiang, donde continúan los altercados en las calles.

No obstante, Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha denunciado que la medida forma parte de la censura china, tomada "para impedir la libre circulación de la información, lo que supone una seria violación al derecho de libertad de expresión".

Exteriores de China acusa de todo a los uigur

El Ministerio de Exteriores insiste en acusar a los separatistas uigures de los sucesos. Creen que su líder, Rebiya Kadeer, está detrás de la organización de los violentos disturbios registrados el domingo por la noche en la capital de Xinjiang, rechazando que se tratara de una manifestación pacífica como afirma su líder.