Sanidad y las Comunidades acuerdan que los colegios no vendan alimentos con un alto valor energético

CNN+/Cuatro 21/07/2010 17:33

El Ministerio de Sanidad y las Consejerías autonómicas han acordado la limitación de venta en los centros escolares de alimentos envasados que sobrepasen determinados niveles de azúcar, sal, grasas y calorías.

De este modo, se establecen unos límites para el contenido de grasas, azúcares y sal de estos alimentos, entre los que no se incluyen "el clásico bocadillo", como ha asegurado la ministra del ramo Trinidad Jiménez. Además, también han acordado retirar las máquinas expendedoras de comida de los centros de Primaria.

Aunque estos criterios básicos acordados son sólo unas recomendaciones, Jiménez asegura que "no será necesario desarrollar ninguna norma" ya que está "convencida de que todas las comunidades cumplirán con lo acordado".

El objetivo, según ha añadido, es mejorar los hábitos alimentarios de los niños y prevenir la obesidad, recordando que "actualmente uno de cada cuatro niños padece obesidad o sobrepeso".

Limitación orientativa

El presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, Roberto Sabrido, ha precisado que el documento que se estudia este miércoles en el Consejo Interterritorial de Salud no es normativo, sino "de consenso" y "no limita ningún tipo de competencia autonómica, pero orienta".

"Es un documento orientativo y, como tal, no incluye sanciones administrativas, pero, si es asumido por la autoridades sanitarias en cada comunidad, evidentemente se cumplirá", ha apostillado.

Según Sabrido, el documento se preocupa de que la mitad de los comedores escolares no ofrecen un patrón alimentario equilibrado, según el estudio PERSEO, y se ocupa de que los padres dispongan de de información sobre las necesidades dietéticas complementarias de los alumnos.

También se fija en criterios comunes para la población escolar con necesidades alimentarias especiales (celíacos, por ejemplo), y pautas o límites nutricionales para alimentos vendidos en máquinas y en las cantinas de centros educativos.

Según Roberto Sabrido, todo el mundo está de acuerdo en que los centros escolares deben ser espacios libres de publicidad, también de alimentos, salvo las campañas de la administración y las autorizadas por las autoridades sanitarias.