Sáenz de Santamaría critica al Gobierno por "ordenar instrucciones al Fiscal General del Estado"

CNN+/Cuatro 10/09/2009 11:38

La portavoz del Partido Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha establecido este jueves una relación entre la gestión de la crisis política por parte del Gobierno y la presunta utilización que el Ejecutivo hace de las instituciones públicas para acosar al PP.

Sáenz de Santamaría ha reiterado, en una entrevista en la Cadena Ser, que la denuncia por escuchas ilegales, "está admitida en el juzgado, por lo que tiene fundamento". Además, ha adelantado que el principal partido de la oposición ya ultima el informe en el que se detallan los casos y lo mantendrán "en constante actualización, porque cada día hay un caso más".

Y es que según Sáenz de Santamaría, "cuanto peor le van las cosas al Gobierno, más interés tiene en darle hilo a la cometa a esta forma de actuar, de relaciones con el Fiscal General del Estado o de presionar a las jueces".

La popular ha criticado al Gobierno preguntándose "qué país es este" donde el "Fiscal General del Estado recibe instrucciones y es aleccionado por la vicepresidenta primera del Gobierno". Sáenz de Santamaría cree que hacen eso para "desviar al atención" sobre las cosas que les preguntan en el Congreso.

Además, ha insistido en que se deje trabajar a jueces y fiscales y "si hay corruptos que se les persiga y se les castigue", pero que "se haga con autoridad, independencia y con arreglo a la ley".Buscar salida a la crisis

Tras la batalla económica de este pasado miércoles en el Congreso, entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría ha aclarado que el PP recoge la oferta socialista de mano tendida para buscar salidas a la crisis.

La portavoz ha dicho además, que Rajoy acudirá a la reunión con Zapatero para aportar soluciones conjuntas y consensuadas.

Al margen de eso, los populares van a pedir un pleno monográfico en el Congreso sobre educación, para evitar que se repitan sucesos como el de los incidentes violentos de las fiestas de Pozuelo de Alarcón, en Madrid.