Nadal completa el soñado 'Grand Slam' tras ganar el Us Open

Cuatro/CNN+ 14/09/2010 08:46

Rafael Nadal es un tenista de leyenda con sólo 24 años. El tenista mallorquín rompió otra barrera del deporte español al completar esta madrugada el 'Grand Slam' del tenis, después de superar al serbio Novak Djokovic (6-2, 5-7, 6-4, 6-2) en la final de Abierto de Estados Unidos, el único gran campeonato que aún no adornaba su palmarés.

Nadal logró imponer su calidad para ganar el último título de 'Grand Slam' que le faltaba y que ya podrá poner en sus vitrinas al lado de Roland Garros (5), Wimbledon (2) y el Abierto de Australia. A sus 24 años, el balear ya ha ganado todos los trofeos importantes del tenis, incluido el oro olímpico y la Copa Davis.

El manacorí empezó el partido como le gusta, al resto, y la primera vez que lanzó la caña pescó un 'break' que consolidó con su saque (2-0). Solo habían pasado dos juegos, pero Djokovic ya cojeaba y la grada se preguntaba si era una maniobra de distracción o si, por el contrario, realmente tenía plomos en las piernas tras su duro partido contra Federer.

La respuesta llegó pronto, lo que le costó al serbio aprovechar un error no forzado de Nadal para devolverle la rotura de servicio (2-2). Confirmado que la cojera era un camelo, el balear volvió a la carga y encadenó dos grandes golpes para recuperar el 'break' (4-2) ante la impotencia de su rival, que golpeó la raqueta con el suelo hasta quebrarla.

El descubrimiento de su saque

A partir de ahí, Nadal se limitó a mejorar su saque, esa 'nueva' herramienta que se ha forjado en este US Open, para ganar cómodamente sus dos siguientes servicios y cobrar la primera ventaja de la final (6-4). Doce errores no forzados ilustraban las dudas de Djokovic.

El juego del serbio, capaz de convertir sus partidos en montañas rusas, estalló al inicio de la segunda manga. Agresivo y con su derecha a pleno rendimiento, logró un 'break' en blanco, dentro de una serie de cuatro juegos consecutivos (1-4) que ponían contra las cuerdas al español.

Refugiado en su fortaleza mental, Nadal endureció el rostro ante la de adversidad a la espera de una recuperación que llegó en el momento justo, cuando el set parecía perdido. Maduró los puntos buscando el ángulo y los machacó con el revés, un cóctel de juego variado que se le empachó a Djokovic (4-4).

La lluvia se volvió a aliar con Djokovic

Cuando parecía que Nadal podía asestar un golpe casi definitivo al partido, la lluvia apareció, otra vez para consuelo del serbio, que ya miró al cielo con una sonrisa cuando se trasladó la final del domingo al lunes. E parón de más de una hora y media sirvieron al serbio para recuperar la agresividad. Salió a la pista muy conectado, rompió el saque de su contendiente e igualó la final (7-5).

En el tercer set, Djokovic realizó un ejercicio de resistencia encomiable pero estéril. Nadal se elevó hasta su mejor tenis para enlazar un 'break' y un juego en blanco (3-1). El set estaba encarrilado, pero el mallorquín no remataba pese a los muchos resquicios que encontraba en el saque de su rival (1/11 en bolas de rotura para Nadal en el tercer set).

El serbio parecía cansado y enfadado, pero en su amplio repertorio de gestos siempre intenta colar el engaño, dejar que el rival se confíe. Salvó cinco bolas de 'break' con el 4-2 y devolvió la presión a Nadal cuando le tocó cerrar el set con 5-4. Al más puro estilo Federer, el español, que nunca se tragó el teatro, empalmó tres saques excelentes y se anotó el tercer parcial (6-4).

El cuarto set fue casi de trámite porque el rostro Djokovic, por una vez decía la verdad: se sentía derrotado. Jugó a la desesperada y algunos golpes entraron, pero Nadal se las apañó para devolver casi todas y agotar la resistencia casi inagotable de su rival. Tras tres horas y 43 minutos de juego, el mallorquín ganó la final y dejó que su triunfo se bañara en lágrimas.

Entra en un selecto club

El tenista español firmó esta madrugada su ingreso en el selecto club de los jugadores con el 'Grand Slam'. De esta forma, en su segundo intento tras el fallido del año pasado, el manacorí une su nombre a los del suizo Roger Federer, el estadounidense Andre Agassi, el británico Fred Perry, el estadounidense Don Budge y los australianos Roy Emerson y Rod Laver.

Sin embargo, el actual número uno del mundo y el tenista de Las Vegas son los únicos que pueden presumir de tener el denominado 'Grand Slam Dorado', gracias a sus oros olímpicos en 2008 y 1996 respectivamente, algo que también tiene la actual esposa del americano, la alemana Steffi Graff.

De todos modos, únicamente Budge y Laver son los únicos tenistas de la historia que han conseguido los cuatro 'grandes' en un mismo año.

Un palmarés envidiable

La victoria de Rafa Nadal ante el serbio Novak Djokovic en la final del Abierto de los Estados Unidos le ha proporcionado al tenista español añadir en su palmarés su noveno 'grande' y el título número 42 de su 'corta' carrera deportiva.

El balear cerró en Nueva York su 'Grand Slam', con su primer éxito en la 'Gran Manzana' y que une a los cinco títulos conseguidos en Roland Garros (2005, 2006, 2007, 2008 y 2010), a los dos en Wimbledon (2008 y 2010) y al conquistado en Australia en 2009.

Además, el actual número uno del mundo tiene en su haber ya otros 33 títulos de la ATP, entre ellos 18 de Masters 1000, el que más posee, o el brillante oro olímpico conseguido en Pekín hace dos años. De este modo, con tres Copas Davis (2004, 2008 y 2009), se le puede considerar uno de los mejores y más completos de la historia, y el español con mayor número de títulos individuales, 36, superando los 33 de Manuel Orantes y Conchita Martínez.

"Supera lo que había soñado"

Nadal se mostró exultante tras conquistar la victoria en el US Open y completar el 'Grand Slam', un logro que supera lo que "había soñado jamás", tal y como confesó en el discurso previo a la entrega de trofeos.

"Es más de lo que había soñado jamás. Solo estar en la final ya era impresionante y tener el trofeo en mis manos es lo máximo", declaró al público Nadal, que también tuvo palabras de alabanza para su rival en la final. "Quiero dar las felicidades a Djokovic por su gran trabajo. Este trofeo que me llevo será tuyo algún día", dijo.