Manu Brabo ya está en España. Un vuelo procedente de Túnez le ha devuelto a casa tras permanecer retenido por el Gobierno de Gadafi desde el pasado 5 de abril.
En una rueda de prensa desde el aeropuerto de Barajas, el fotoperiodista español ha relatado su cautiverio con todo detalle y ha dado las gracias a todos por el apoyo y el trabajo realizado porque "sois la ostia". Incluso se ha referido a sus compañeros de celda de los que ha dicho que eran "la leche".
Tras asegurar que está "flipando" con todo lo que ha pasado, Brabo ha señalado que todo se resume en que "la cagamos un día pisando un poco más de lo que teníamos que pisar".
Flanqueado por sus padres, ha explicado que el pasado 5 de abril, él junto a otros compañeros, se encontraban en "primera fila" de batalla durante un contraataque de las fuerzas de Gadafi sobre el "ejército de Pancho Villa" cerca de Brega.
"Empezaron a disparar sobre nosotros. Nos pillaron. Era todo como una película: se bajan del coche, nos fríen a culatazos, nos meten en la pick up...", ha relatado antes de comentar todos los traslados "estúpidos" de celda y ubicación que ha sufrido a lo largo de los 43 días que ha permanecido retenido.
Brabo ha asegurado que en todo momento han sido "bien" tratados al tiempo que ha comentado que "nos daban cigarrillos, agua y comida". "Ha sido una granja de engorde, nos han dado de comer hasta que hemos parecido personas", ha comentado el fotoperiodista.
Asimismo, Brabo ha señalado que en los interrogatorios que "empezaron bien" terminaron acusándole "de espionaje".
Pese a todo, el fotógrafo ha dicho no arrepentirse de nada. "No me arrepiento de haber ido a Libia. Hasta el día que me pillaron estaba cumpliendo el sueño de mi vida", ha comentado antes de asegurar que ahora le apetece "estar con mi familia, tomarme unas cervezas con los colegas y tratar de hacer vida normal".
Tal y como estaba previsto, Brabo abandó Trípoli el jueves y viajó por carretera hasta la frontera libia acompañado por el diplomático español que gestionó su liberación, Diego Ruiz.
En la frontera con Túnez, recogió a Brabo el cónsul Enrique Conde, quien le ha acompañado en su corta estancia en el país magrebí y ha viajado con él en el vuelo que le ha traido a Madrid.