La Legión de Cristo ha reconocido que "le ha costado mucho asimilar los hechos reprobables" de la vida de su fundador", Marcial Maciel, y ha pedido perdón a las víctimas y a aquellas personas que denunciaron a Maciel "y no se les dio crédito o no se supo escuchar".
En un comunicado firmado por el director general, su consejo, y todos los directores territoriales, piden perdón también a todos los "afectados, heridos o escandalizados" por los hechos y ha expresado su compromiso de buscar la reconciliación y el encuentro con quienes han sufrido. "Es nuestro deber cristiano y sacerdotal", aseguran desde la fundación.
Asimismo, afirma sobre el sacerdote mexicano que, ante la gravedad de sus faltas no pueden mirar su persona como modelo de vida cristiana o sacerdotal y califica estos hechos como "contrarios a los deberes de cristiano, religioso y sacerdote". "No se corresponden a lo que nos esforzamos por vivir en la Legión de Cristo y en el Regnum Christi", aseguran desde la legión.
Un modelo no a seguir
Por otra parte, reconoce que este período de su historia le ha servido para reflexionar sobre quienes son y la misión que persiguen. La Legión considera que les ha impulsado a "revisar con humildad y sencillez diversos aspectos de nuestra vida institucional".
El Vaticano ya se ha puesto en marcha ante la polémica y está investigando, bajo la orden de Benedicto XVI, los abusos del fundador de La Legión de Cristo. Al parecer Marcial Maciel tuvo varios hijos fruto de los abusos cometidos y además plagio el libro de cabecera de los legionarios.