El Gobierno británico estudia recompensar a quienes denuncien a los defraudadores

Cuatro/CNN+ 19/08/2010 13:00

El agujero en las cuentas públicas del Reino Unido ha obligado a la pareja formada por David Cameron y Nick Clegg a inventar nuevas fórmulas para llenar la caja.

Una de ellas es gratificar a los "chivatos", es decir a aquéllos que denuncien a los defraudadores. Las recompensas van a consistir en un 5% del dinero que se ahorre el Tesoro público, se calcula que unos 1.200 millones de euros al año, lo mismo que cuestan 150.000 enfermeras o 200 escuelas.

Para ello, el nuevo Gobierno británico, que acaba de cumplir sus primeros 100 días en el poder, pretende privatizar la inspección fiscal. Estos "cazadores" serían agencias particulares a las que contratará el Gobierno, con licencia para husmear en las finanzas y vida privada de los sospechosos.