Colombia espera obtener "logros sociales" tras la muerte del 'Mono Jojoy'

Cuatro/CNN+ 24/09/2010 12:54

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha señalado su intención de obtener "logros sociales" en el país después de la muerte del comandante militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Jorge Briceño, alias 'Mono Jojoy'.

"Planeamos conseguir muchos logros sociales que nunca se han visto en Colombia. Queremos inversión, porque de otra manera no tenemos crecimiento y no podremos sacar a la gente de la pobreza", declaró desde Nueva York, donde asiste a la cita anual de la Asamblea General de la ONU.

En su opinión, Colombia avanza desde un estado de seguridad democrática hacia otro de prosperidad democrática. "Hay un cambio increíble en Colombia. No se imaginan el entusiasmo de la gente. El futuro será mucho mejor. Vamos a un país mucho mejor. La gente colombiana sueña un mejor futuro", estimó el dignatario, quien subrayó que el Estado de Derecho colombiano está ahora presente en todo el territorio nacional.

El cadáver llega a Bogotá

Mientras tanto, el cadáver del 'Mono Jojoy' ya está en Bogotá. Los medios colombianos han divulgado una fotografía en la que se ven los daños sufridos por el difunto miliciano, sobre todo en la frente. Los restos van a ser analizados por la agencia pública de anatomía forense.

Al mismo tiempo Santos ha revelado que en el campamento atacado por el Ejército, en la zona selvática de La Macarena, se encontraron 15 ordenadores y 60 memorias USB que están siendo analizados por los investigadores.

Muere otro dirigente

Además, el Ejército colombiano ha confirmado la muerte del dirigente de las FARC, Henry Castellanos Garzón, alias 'Romaña', en el marco de la 'Operación Sodoma'.

'Romaña', conocido como el cerebro de las llamadas "pescas milagrosas", era responsable de varios secuestros en los departamentos de Cundinamarca y Meta. Fue uno de los más cercanos colaboradores de Manuel Marulanda 'Tirofijo', abatido hace dos años.

Junto a los dos dignatarios también murieron en torno a una veintena de guerrilleros, cuyos nombres han sido confirmados por la cúpula militar. Los hechos tuvieron lugar en la zona selvática de La Magdalena, en el Meta (sureste).