El escándalo surgido en el Reino Unido, después de conocerse las partidas de gastos privados que los diputados cargaban a las arcas públicas, puede costar el cargo a la mitad de la cámara de los comunes. Así lo ha hecho público un estudio en el diario "The Times". Este mismo estudio también ha señalado que el partido más afectado será el propio partido del Gobierno, el Partido Laborista.
Según los cálculos hechos por los responsables del estudio, de los 646 diputados, 30 se verán directamente obligados a dimitir pos su implicación en el escándalo; otros 200 dejarán sus escaños por las presiones de la opinión pública, y por último, 90 serán retirados de las listas electorales, en los próximos comicios. De todos ellos, 170 son diputados laboristas, unos 35 conservadores y un par de decenas de representantes de partidos minoritarios.
De esta forma, si se cumple lo pronosticado por este informe, elaborado por un profesor de la Universidad de Plymouth, la mitad de los que en estos momentos, ocupan un asiento en la Cámara Baja británica, dejarán de hacerlo de forma casi inmediata. Un hecho que no ocurría desde la II Guerra Mundial.