Aliados: Clases de química en Casablanca con Brad Pitt y Marion Cotillard

EUROPA PRESS - Israel Arias 08/10/2016 11:01

Pero antes de que los servicios de inteligencia aliados pusieran patas arriba la vida del personaje al que da vida Brad Pitt en Aliados, la nueva película de Robert Zemeckis que llegará a los cines el 25 de noviembre, el oficial de inteligencia estadounidense cayó en otra trampa, la de enamorarse de quien no debía: Marianne Beausejour, interpretada por Marion Cotillard, un activo de la Resistencia francesa que opera en el norte de África. Sí, ni más ni menos que Casablanca. El romance era casi inevitable.

Robert Zemeckis, Brad Pitt, Marion Cotillard, Casablanca y un amor indebido en tiempos de guerra. Materias primas más que suficientes para que Aliados, que, no olvidemos, cuenta con guión del nominado al Oscar Steven Knight (Negocios ocultos, Promesas del Este), fuera una de las cintas más esperadas de la segunda mitad del año. Lo que ni siquiera el director de Regreso al Futuro podía predecir cuando eligió a Pitt y Cotillard para dar vida a sus protagonistas era la tormenta mediática -que no de arena, en este caso- que se les venía encima.

A semanas escasas del estreno, la impactante separación de Angelina Jolie y Brad Pitt y la torticera forma en la que la misma salpicó a Cotillard ha condicionado totalmente la forma en la que millones de personas se acercarán hasta esta historia de espías y romance, preocupadas solo por lo primero.

LA QUÍMICA SE ABRE CAMINO

Paramount Pictures mostró a un reducido grupo de medios, entre los que se encontraba Europa Press, 20 minutos de metraje de la cinta correspondiente precisamente a esa parte de la narración: el momento -o mejor dicho los momentos- en el que la guerrillera francesa y el espía estadounidense que debían hacerse pasar como un matrimonio feliz en Casablanca para infiltrarse en las filas enemigas y llegar hasta un importante objetivo nazi se enamoran.

Tras compartir, presuntamente solo de cara a la galería, carantoñas en la azotea, confidencias en cafés y acaramelados bailes en clubes sociales, los dos impostores se dejan llevar y se abandonan al poder de la química que, incluso con un croma de fondo, se deja sentir en las secuencias de Zemeckis. Max y Marianne cometen el que ellos mismos señalan en un momento de la película como "el peor de los errores" en una tesitura tan delicada como la suya.

Un error que puede poner a Max en la obligación de matar a la madre de su hija. Y es que, aunque todos los ojos -en Casablanca entonces y ahora en el estreno- estarán puestos en el romance cocinado a fuego lento entre Pitt y Cotillard, en Aliados eso es solo el comienzo... aunque la voz de ese diablillo llamado morbo nos susurre a la oreja todo lo contrario.