Nick Stokes toma una decisión que marcará el futuro del laboratorio, en ‘C.S.I. Las Vegas’

cuatro.com 08/11/2016 13:35

Desde su estreno en 2000, ‘C.S.I. Las Vegas’ dio origen al género de la investigación forense en televisión, convirtiéndose en un fenómeno global y alzándose en la serie dramática más vista del mundo (Fuente: CBS). Anthony E. Zuiker, antiguo conductor de tranvía de Las Vegas, es el creador de esta serie pionera en incorporar la temática forense al eje narrativo y que ha conquistado a la crítica con un total de 64 galardones y cerca de 119 nominaciones en su palmarés.

‘C.S.I. Las Vegas’ reúne a cerca de un millón de espectadores en su última temporadaAnalizando pormenorizadamente los escenarios del crimen, estudiando modus operandi muy similares y buscando evidencias clave: así han trabajado los miembros del equipo de D.B. Russell para estrechar el cerco al infame imitador del ‘asesino de Gig Harbor’. Cerca de 1 millón de espectadores (965.000) siguen esta rigurosa labor de investigación en la presente temporada de ‘C.S.I. Las Vegas’ en Cuatro. La serie, que promedia un 5,9% de cuota de pantalla, incrementa su media nacional hasta anotar un 7% de share en target comercial, y es seguida mayoritariamente por los espectadores de 35-54 años (7,7%).

Dos gemelas secuestradas y una atractiva propuesta laboral

Tras lograr salvar a Cara, hija de John Nolan, director del laboratorio criminalístico de San Diego, Nick ha recibido una inesperada propuesta laboral: liderar la oficina de San Diego tras el retiro voluntario de Nolan, que desea pasar más tiempo junto a su familia y que confía plenamente en la capacidad de Stokes. El forense tomará una decisión que cambiará su vida y el futuro de sus compañeros del C.S.I.

Mientras, durante una noche de alcohol y desenfreno, el imitador del asesino de ‘Gig Habor’ se cobra la vida de dos nuevas gemelas: las hermanas Emilia y Margot Vance. Poco después, Julie Finlay recibe un misterioso paquete en el que encuentra una estatua mitológica y un dedo con un extraño tatuaje. Tras examinar las evidencias, D.B. Russell y Julie sospechan que tras los asesinatos podría estar Collin, un cómplice de Paul Winthrop, por lo que deciden viajar a San Diego para interrogarle. En la casa del sospechoso, descubren los cuerpos sin vida de las víctimas y nuevos indicios que llevan a Finlay a viajar próximamente a Seattle para proteger a una religiosa, que podría ser la nueva víctima del implacable asesino en serie.