“Nunca imaginábamos que un incendio podría provocar esta tragedia tan grande”
Pobrais es un pueblo mutilado de una forma cruel. En esta aldea 11 de sus 30 habitantes han muerto por lo que ellos llaman un tornado de fuego.
Rosinda no para de llorar y de mirar al bosque como si todavía buscara a su nieto y a su mujer. La pareja salió del pueblo en coche pensando que era la única escapatoria. Como ellos, las otras 11 personas que han muerto fueron las que salieron de la aldea. Como los cuatro primos de Emilia.
La vida en Pobrais se hace a partir de ahora casi imposible. La tragedia no se va a olvidar nunca. Y las cicatrices estarán años en cualquier sitio donde se mire. Desde el aire vemos mejor el paso de las llamas por Pobrais, con la sensación de estar mirando un pueblo fantasma. Los que se quedaron sobrevivieron, luchando mano a mano con el fuego.
El incendio sigue sin estar controlado. La pasada noche se han desalojado casas, familias que han necesitado atención psicológica, porque aquí es difícil encontrar a alguien que no le haya tocado una perdida. Incluso gente que todavía sigue sin saber nada de sus familiares, parejas o amigos. Otros vuelven para comprobar que ya no queda nada donde estaba su casa.
Historias que poco a poco van saliendo. Como la de un niño, uno de los menores víctimas de las llamas. Estaba con sus abuelos, mientras sus padres se habían ido de luna de miel.