Critican a su hostal en las redes y Myla reparte ‘zascas’
Carolina Calvo
01/08/201720:50 h.Sencillamente hilarantes son las respuestas de la heroína de las redes sociales, la propietaria del hostal ‘La Ferroviaria’, en Zaragoza. Harta de comentarios negativos sobre su establecimiento, Myla, ni corta ni perezosa tira de ingenio para defender su negocio.
Ante comentarios como el de este usuario: "El trato nada más llegar, no la recomiendo", Mylla responde: "pagas 13 euros por persona, en total 6 y pretendes meter 5 más por la cara, según tu a ducharse. Para tener que aguantar clientes como tú y tu grupo me hago el harakiri o paso descalza por llamas ardientes e incluso le doy un beso con lengua a Shrek. Lo que de verdad tendría yo que haber hecho es anular tu reserva de 26 euros por habitación doble por incumplimiento ya que pone claramente todo antes de reservar. Anda no volváis nunca. Todo esto sin acritud. myla-reservas”
Otro cliente escribe; "Feo pero barato", y Myla responde; “Hay un refrán que dice: La suerte de la fea, la guapa la desea"
Al comentario; “Poca intimidad. Controlan quien entra y quién sale”, Myla vuelve a escribir: "La próxima vez, el salvaje oeste igual se adapta a sus inquietudes de liberta. Qué lástima".
Claudia comenta: "La ducha es pequeñísima, apenas se puede entrar “y Myla contraataca: "Estimada Claudia, la ducha es perfecta, pero digamos que no está preparada para gente grande".
Jaime: "Muy mal" y Myla le dice; "Somos muy malos por no dejarte meter a dos amigos más a las 7 de la mañana. Lo que tenía que haber hecho es haber llamado a la policía. La próxima vez, te vas al cuartel e intentas colas a gente de madrugada y me lo cuentas".
Noemí: ·Es muy cutre”, Myla le dice que “cutre es lo que tu hiciste: Cogiste lo más barato y te presentas con 2 personas. Cuando uno alquila la habitación más económica, luego no se puede decir lo que no es cierto”.
Desde luego las respuestas no dejan indiferente a nadie, t levantan más de una sonrisa, aunque depende de cómo se tomen, porque entenderás que no a todo el mundo le siente bien el tono de las respuestas.