Samanta Villar asiste a una ‘Boda gitana’

cuatro.com 05/10/2011 19:42

Rocío tiene sólo 15 años, es gitana y está a punto de vivir el día más importante de su vida, su boda. Vive con sus padres en la localidad cacereña de Talayuela.

Para ella, 15 años es una edad normal para casarse, es la edad con la que se suelen casar las gitanas. Este hecho tiene una explicación: Rocío quiere llegar virgen al matrimonio y asegura que ya ha encontrado al amor de su vida. Por eso prefiere casarse tan joven porque así puede “entregar su honra a Natalio”, su futuro marido.

Para los gitanos la honra es una de las cosas más importantes dentro de su cultura. Simboliza que ha sabido respetar a sus padres y que se casa virgen.

La prueba del pañuelo: honra para la familia

Está muy nerviosa porque se tiene que enfrentar a la “prueba del pañuelo” el momento más importante de la boda donde “la ajuntaora” comprobará si Rocío ha mantenido relaciones sexuales o no. Un momento donde sólo pueden estar presentes las mujeres casadas. La ‘ajuntaora’ introduce un pañuelo en el sexo de la novia, de color blanco o claro. Si sale manchado de sangre la chica es virgen y puede casarse. Si no sale manchado indicaría que ha mantenido relaciones sexuales previas por lo que no podría casarse. La pureza es para los gitanos un valor tan importante como la vida misma.

Este momento tan importante en la vida de una gitana genera mucha polémica. Hay quienes dicen que es un rito que debería desaparecer porque duele mucho. Pero hay otra parte importante que asegura que nunca va a desaparecer porque es lo más bonito de la cultura gitana.

Samanta Villar va a convivir durante una semana con la familia de Rocío y conoce en primera persona los preparativos de una celebración muy especial. Porque los gitanos celebran las uniones matrimoniales por todo lo alto. La celebración suele durar varios días –o más- y los preparativos, frenéticos ya por sí en una boda católica o civil de un payo, adquiere en una celebración gitana un ritmo sobrecogedor.