Pingüinos moteros

cuatro.com 21/01/2011 12:45

"La moto es mi vida y el ambiente motero es lo mejor del mundo", afirma el piloto.

Samanta Villar acude a Valladolid para vivir la concentración motorista invernal más importante de Europa, Pingüinos. Y lo hace acompañando a Fonsi Nieto, uno de los pilotos más relevantes del panorama internacional.

Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, "Pingüinos" acoge cada año en Valladolid a visitantes de todo el mundo. En esta edición, más de 25.000 personas, entre anónimos y famosos, se han unido por la velocidad en la cita motera de invierno por excelencia.

Conexión Samanta acude a esta concentración junto a Fonsi Nieto. Para grabar el programa, Samanta Villar convive con el piloto en su casa. Éste le enseña, en exclusiva, su nueva moto para esta temporada con la que sueña ser campeón, como lo fue su tío, Ángel Nieto, quien reconoce a Samanta: "cuando me dijo que quería ser motorista, le mandé al colegio".

A Valladolid han viajado, entre otros, cuatro chicos de Benidorm repartidores de pizzas y comida rápida. Con las mismas motos con las que reparten comida a domicilio han recorrido más de 700 kilómetros para llegar a "Pinguinos". Allí se han encontrado con visitantes muy representativos de esta concentración, como un octogenario que lleva décadas sin perderse esta cita o un niño, de tan sólo tres años, que acude con toda su familia, incluidos sus abuelos moteros, que aseguran: "le encanta el ruido de la moto, cuando vino su madre embarazada daba pataditas en la tripa".

Cada año tiene lugar una entrega de premios. En esta edición los galardonados en la categoría de Pingüinos de oro han sido Marc Márquez y Tony Elías, Campeones del Mundo de 125cc y Moto 2, respectivamente. Giacomo Agostini, piloto italiano ganador de 15 títulos mundiales recibió el Pingüino de Oro a la Leyenda. También fue aclamado el pingüino más mayor de la concentración, Vicente. Con 80 años reconoce que en su vida hay cuatro cosas fundamentales: "las mujeres, la moto, la música y la montaña", para él "los viejos moteros nunca mueren".

A lo largo de toda la jornada, Samanta acampa entre pinares, participa en las rutas y las barbacoas, baila en los conciertos de Barón Rojo y la Orquesta Mondragón y asiste al desfile de Antorchas, uno de los momentos más emotivos, puesto que en dicho desfile se recuerda a aquellos motoristas que un día dejaron su vida en las carreteras.

La jornada incluye, además, la tradicional excursión a Mojados y la celebración de la Nochevieja y el Año Nuevo Pingüinero, en la que los moteros brindan con cava y piñones.