Cómo logró la NASA desviar la trayectoria de un asteroide: los expertos analizan la primera misión de defensa planetaria

La imagen de un objeto sobrevolando diversas ciudades reabre el debate sobre si estamos o no preparados para evitar el impacto en la Tierra de asteroides. Lo cierto es que ya se ha ensayado una misión de defensa planetaria, la NASA la rentransmitió en directo y ahora confirma que fue todo un éxito. Se trata de la misión DART y el científico Michael Kueppers nos contaba ha sido el primer “test” para desviar un asteroide “en camino de colisionar con la Tierra”.

La misión envió una nave de menos de 20 metros de diámetro que se ha utilizado como si fuera un dardo. Kueppers nos cuenta que se lanzó con un Falcon 9 desde California y necesitó 10 meses para llegar a Didymos e impactar contra Dimorphos. El objetivo fue cambiar su rumbo, no destruirlo.

“Ahora lo que queremos saber es cómo de eficiente fue el impacto y mirar lo que ha pasado, si hay un cráter o fue algo más fuerte que ha deformado el asteroide”, explicaba el experto. Se trata de algo tremendamente inusual pero el científico alerta: “Debemos estar preparados”.

¿Cómo funcionó la misión DART?

Con esta misión, la NASA pretende poner a prueba las posibilidades del hombre para evitar que un asteroide pueda acabar con la humanidad. El divulgador científico Jon Antón Catalá nos contaba que estas misiones son de defensa planetaria y se basan en dos fases: la primera es detectar y catalogar los objetos con muchos años de antelación. Después, ya que la tierra no puede apartarse, el objetivo es apartar a este objeto.

Adriano Campo Bagatín es astrofísico español y nos explciaba en directo en ‘Código 10’ en qué ha consistido seta operación: “Se trató de un impacto cinético, golpear el asteroide con la sonda”.

Impactó con Didymos a unos 6 km por segundo, lo que provocó un “impulso” que desplazó al asteroide: “El efecto de desplazamiento mayor no se debe a la colisión en sí, se debe un poco a un efecto como de reacción por todos los fragmentos que son expulsados en la colisión y que se van en la dirección opuesta, añadiendo impulso”.

La misión ha superado las expectativas y es que se esperaba que se desviara siete minutos, pero ha sido de 33 lo que, traducido en velocidad, es de 2.7 milímetros por segundo.