Jordi Mollà es uno de nuestros actores más internacionales. Valiente y rebelde, ha conseguido enamorar en escena a muchos productores y espectadores. Pero cuando probó suerte en Hollywood, sintió algo de pánico. Durante su segundo casting en el olimpo del cine, Mollà reconoce haberse escondido en un lavado y desear que no le cogieran por el miedo que tenía: “Cuando trabajas con los americanos, cuando te quieren, hay una presión que no te puedes ni imaginar”, confiesa el actor para luego añadir que boicoteó su propia audición.