Castle y Beckett se retan a ver quién le hace el mejor regalo de San Valentín al otro mientras acuden al escenario de un nuevo crimen. Se trata de una estrella de telenovelas. Allí descubren que la víctima tiene algunas heridas provocadas por una lucha y que fue asesinada con un cuchillo japonés que vale alrededor de 200 euros.
El hermano de la víctima les avisa que ella se acostaba con el marido de una compañera del casting. El caso parece casi resuelto cuando encuentran el fragmento de uña rosa de la compañera en el cuero cabelludo de la víctima. Así que Beckett detiene a la sospechosa en pleno rodaje.
El caso da un giro radical con los resultados de la autopsia. Sus heridas son de 24 horas antes de morir y el análisis índica que el material que la víctima tenía bajo sus uñas corresponden a una extraña planta de Madagascar. Además, la sospechosa tiene una coartada.
Mientras avanza el caso, Castle cree que ver algo de ‘Esposas de Wal Street’, la telenovela que protagonizaba la víctima, le puede dar alguna pista… y acaba enganchando. Ay, Castle, quién te ha visto y quién te ve.
Castle quiere meter su regalo en la chaqueta de Beckett sin que ella se dé cuenta. Sin embargo, el plan se le complica por un error gordo: se equivoca de chaqueta y acaba guardando el regalo en un bolsillo de la jefa de Beckett. Al final, Beckett termina ganándole la partida a Castle con un regalo de lo más romántico: le deja un cajón vacío de su cómoda para que él pueda guardar su ropa en casa de Beckett.