Los 'secretos' mejor guardados de Nathan Fillion, el protagonista de Castle

Marcos Íñguez (@Marcosmediaset) 29/01/2013 12:01

A punto de cumplir 42 años, Nathan Fillion sigue comportándose como un chaval. Al actor canadiense [que no estadounidense] le va como anillo al dedo su papel Richard Castle, el genial escritor de novelas policiacas, ya que sus dos padres son profesores de Literatura.

Además, podemos contarte más cosas curiosas de él, como que es un tuitero muy activo y suele bromear con los más de un millón y medio de seguidores de su cuenta (@NathanFillion). En una ocasión, le operaron del pie y el actor comentó que le habían quitado un dedo, algo totalmente falso, pero que le sirvió para tomarle el pelo a más de un fan. Y es que a Fillion le gusta tanto mantener el buen rollo con sus admiradores, que lleva varios años jugando a esconder pequeños ‘tesoros’ para que los fans los descubran. En sus visitas a diversas ciudades, ya sea para acudir a festivales de televisión o por vacaciones, Nathan sube a su twitter la fotografía de los sitios en los que esconde regalos para sus fans. Roma y Londres han sido escenarios de este juego que tiene como premio DVDs de Castle, videojuegos o llaveros con su autógrafo y una dedicatoria.

En uno de estos 'escondites', alguien debió de encontrar su regalo por accidente y un chico se puso en contacto con Nathan por Twitter para comentárselo. Inmediatamente, el bueno de Nathan le hizo llegar al chaval un lote de sus pelis en BlueRay, un videojuego y un pin con su autógrafo. ¡Detallazo!

Además, Fillion es el cofundador de la organización benéfica ‘Kids need to read’ (los niños necesitan leer), que se dedica a conseguir libros para las bibliotecas con recursos limitados. Como curiosidades, también podemos decirte que el 'prota' de Castle vive y graba en Los Ángeles (a pesar de que la ficción se desarrolla en Nueva York), que por poco no fue el elegido por Spielberg para el papel de Ryan en ‘Salvar al soldado Ryan’ o que es un fanático, junto con su compañero en Castle Jon Huertas de lo que él llama las ‘archimotos’, un híbrido eléctrico entre moto y coche que no contamina.