Castle y Beckett tienen que investigar la extraña muerte de un conservador de un museo, que fue aplastado por una pesada gárgola que cayó de la fachada de su edificio.
Cuando revisan la casa de la víctima, descubren que era un reputado arqueólogo que trabajaba en una exposición a punto de inaugurarse centrada en una momia maya. Además encuentran en su apartamento una carta con un extraño jeroglífico que deberán descifrar. Pero la investigación se volverá aun más rara cuando sus compañeros de trabajo confiesan que no es la primera víctima de la "Maldición de la Momia" y además conocen que otro arqueólogo del equipo ha recibido una carta jeroglífica similar.
De este modo la policía tendrá que descubrir si fue un asesinato o una maldición. Castle, que no cree en maldiciones, se verá obligado a replantearse sus convicciones, cuando comienza a sufrir pequeños y desafortunados percances tras haber muy cerca de la famosa momia.