Wilfred, el mítico portero del Rayo cuyo fallecimiento sacudió Vallecas y el fútbol español hace un año, podría tener el honor póstumo de vestir con su nombre una calle del legendario barrio madrileño. Así lo ha pedido al menos la Agrupación de Peñas del Rayo Vallecano. Y sería un honor, además, casi exclusivo, teniendo en cuenta los pocos futbolistas que han tenido en cuenta los ayuntamientos españoles a la hora de nombrar sus calles. Veamos el mapa.
Móstoles es el caso perfecto del reconocimiento al hijo predilecto. Campeón de Europa y del Mundo, la localidad madrileña fue de las primeras en acordarse del fútbol a la hora de ampliar su callejero con la inauguración nde la placa de Iker Casillas. Y con la misma motivación los vecinos de Fuentealbilla, muchísimo más pequeño que la citada urbe madrileña, tuvo a bien honrar a su descendiente más ilustre. Igual de campeón que Iker, pero además marcando el gol de la victoria. En la placa, detrás del ‘Calle Andres Iniesta’, no quedaba hueco para ‘de mi vida’… si no, lo hubieran incluido.
Otro héroe de Johannesburgo, nada menos que el director de orquesta, tiene su calle en Boadilla del Monte. No por haber nacido allí, sino porque él lo vale. También es Marqués. Casi nada. Hablamos de Don Vicente del Bosque, por supuesto.
Su antecesor, el que para muchos prendió la mecha de lo que vendría después, no tiene calle aún… pero la va a tener. Luis Aragonés se llamará la avenida que dará acceso al nuevo estadio del Atlético de Madrid, el equipo de sus amores. Será en Madrid, en el barrio de Las Musas. En otro barrio, el de Hortaleza, ya tiene el sabio un Polideportivo municipal con su nombre.
También los hay que en la indefinición de elegir a un héroe, que si Villa por sus goles, que si Casillas por la parada a Robben, que si Iniesta por el gol, que si Del Bosque, que si Puyol… Han preferido tirar de colectivo y honrar a toda la escuadra. Zaragoza y Mairena de Aljarafe (Sevilla) han inaugurado en los últimos años sendas rotondas con los nombres Selección Española y Campeones del Mundo, respectivamente.
No todos los casos son tan felices como los anteriores, desde luego. Una de las calles más amargas y a la vez más emotivas de Sevilla es la del trágicamente fallecido Antonio Puerta. Un homenaje precioso, el de su ciudad natal, concediéndole un pedazo de la calle en que nació, pegadito a su Sánchez Pizjuán cuyo césped le vio morir.
También en honor a la entrega con que sirvió a su Sporting de Gijón la ciudad asturiana concedió a Manuel Preciado el honor de que su nombre luzca en una calle junto al estadio de El Molinón.
Por último, un homenaje en blanco y negro es el que Bilbao le ha rendido a Pichichi y a Telmo Zarra, sus dos goleadores más legendarios. Junto a San Mamés (ese estadio nuevo nacido de la costilla de la antigua Catedral), están las dos vías. Arrancando una donde empieza la otra.